Debo volver, pero no. A manotazos busco el sueño que todavía
hierve, activado de noche y sopor. Fuerzo los ojos y lo busco mentalmente,
buceo para componer la imagen, una, dos, tres, y ahí estoy, armando el escudo.
Sé que no es verdad, pero es real. No, es al revés, es real pero no verdadero.
Qué importa, no quiero volver del sueño, si es el mismo café, las pastillas y
gente que llama. Gente que llama pero no muere. Tini me diría: "Imelda May bien
alto y se te sacude el alma." Pero yo no quiero volver del sueño, quiero
permanecer allí, lento y grávido de la bruma alucinada. Y que sea así, una transición
y el olvido.
Over.
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