Three women es un extenso y agobiado poema de Sylvia Plath. Tiene que ver con la maternidad y la vida en un hospital, pero más que nada funciona como espejo de lo que ella sentía por ese tiempo. Descarnado y lleno de pesadumbre, detras del poema está la vida quebrada de Plath, con sus angustias y temores.
El poema está dividido en tres voces, sin escesiva diferencia en el tono de cada una de ellas. Llegando al final, nos encontramos con este texto que cito y traduzco, una hermosa reflexión sobre el amor que albergamos como ideal, y aquel que elegimos a nuestro lado, como si lo real y lo deseado tuvieran que desencotrarse siempre. Dice así:
First Voice.
(...)
I shall meditate upon normality.
I shall meditate upon my little son.
He does not walk. He does not speak a word.
He is still swaddled in white bands.
But he is pink and perfect. He smiles so frequently.
I have papered his room with big roses,
I have painted little hearts on everything.
I do not will him to be exceptional.
It is the exception that interests the devil.
It is the exception that climbs the sorrowful hill
Or sits in the desert and hurts his mother's heart.
I will him to be common,
To love me as I love him,
And to marry what he wants and where he will.
En castellano, sería algo así:
Meditaré sobre la normalidad.
Meditaré sobre mi pequeño hijo.
Él no camina. No habla una palabra.
Todavía está envuelto en cintas blancas.
Pero es rosado y perfecto. Ríe todo el tiempo.
He empapelado su habitación con rosas grandes,
he pintado pequeños corazones sobre todo.
No quiero que sea excepcional.
Es la excepción lo que interesa al diablo.
E·s la excepción la que sube la dolorosa colina
o se sienta en el desierto y le hace daño al corazón de su madre.
Deseo que sea común,
para que me ame como yo lo amo a él,
y que se case con quien quiera y donde desee.
Over.
No hay comentarios:
Publicar un comentario