Mientras termina la novela, ¡cuidado!, no es gratis jugar a ser grandes allá lejos, con el tiempo domesticado. Apagaron la luz, alguien olvidó la música bailando oscura, te deja vacío. Eso vuelve: el vacío de la luz apagada y la música. Ya nadie lee tus ansias, tu programa inmenso, tu pasta fácil de triunfador. Estés donde estés, la primera parte siempre habrá sido mía. Ese tonto talismán es lo único que te mantiene en pie. Es lo único que me mantiene en pie.
Over.
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