Un hombre entra en la habitación, ve que su mujer duerme, se acuesta con cuidado para no despertarla, la besa en la frente, ella emite un suave sonido, él se da vuelta, cierra los ojos y se duerme. Al despertarse, busca inútilmente el interruptor de luz. Se levanta aturdido y se golpea con un calefactor. Abre la puerta de la habitación y descubre que no está en su casa.
Se acerca a las cosas y descubre que algunas le pertenecen, mientras que a otras las ve por primera vez en su vida. Se da cuenta que en esa casa no vive más que una persona, un tanto desprolija pero con más dinero. Revisa todo con miedo, tratando de razonar algo. Vuelve a la habitación y al abrir los armarios le pasa lo mismo que antes. Reconoce algunas prendas y otras no. Decide cambiarse y salir de allí lo más rápido posible. Abre la puerta y no repara en las llaves.
La imagen lo tranquiliza ya que el pasillo y el ascensor son los que él recuerda. Baja y se encuentra con la portera, quien le abre la puerta y lo saluda con una sonrisa. Llega al trabajo y piensa en contarle a Marc lo que le ha sucedido. Prefiere callar y al mediodía llama su esposa.
No atiende nadie y una horrible sensación comienza a ahogarlo. Le dice a su jefe que algo ha sucedido con su esposa y que volverá tan pronto como pueda. Baja del metro y cuando llega al edificio se da cuenta de que no tiene las llaves encima. Toca el timbre de su piso y la voz de su esposa pregunta quién es. Soy yo, me he olvidado las llaves. Cuando la mujer abre la puerta, él le dice que pasaba por allí y quiso venir a comer con ella. Corrobora que en su casa no queda rastro alguno de lo sucedido durante la mañana. Simple.
Over.
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