- Sueño raro, che. El teclado no respondía, o algo así. A ver, yo apretaba la “a”, pero en la pantalla aparecía la “j”. Pensé, la “j” es la “a”. Claro que no. Y lo confirmé volviendo a la “a”. Ahora aparecía la “h”. Yo quería escribir: "mañana". La “m” se respetaba, pero después, lo que te cuento. Me di vuelta y estabas fumando, cosa rara, porque que yo recuerdo, jamás fumaste en la cama. Te conté lo que estaba pasando pero vos insistías en reírte. O sea, el teclado no funcionaba y vos no eras vos. ¿Qué pensás?
- En la palabra que querías escribir. Sueño de manual, como dirías vos.
- En realidad no soñé nada, quería saber qué ibas a decir.
- Si lo inventaste, sería peor. Dejálo así. ¿Tenés agua en la heladera?
- En la palabra que querías escribir. Sueño de manual, como dirías vos.
- En realidad no soñé nada, quería saber qué ibas a decir.
- Si lo inventaste, sería peor. Dejálo así. ¿Tenés agua en la heladera?
Over.
1 comentario:
Tenes la version de Berugo que nunca cuestionaba un sueño y la de Freud que decia que en todo sueño hay un ombligo irreductible...o sea nunca lo sabrás.Tal vez mañana.
Petonets
B
Publicar un comentario