martes, 21 de abril de 2009

Palabritas




Yo me acuerdo. Del olor a tabaco negro que fumaban los obreros, sentados en la vereda mientras se calentaban los motores. Me acuerdo de eso y de las mañanas que pausaban la realidad en una bruma inútil y feliz. Caminábamos para cualquier lado y estaba bien, porque nada era conocido, y la cara de ese tipo esperándonos en la estación, con el casco en la mano y un italiano imposible de entender.

Y me acuerdo del frío en el cajero automático, y del tren a las cinco de la mañana. Estabas dormida y llegó una chica de pelo rubio, chaqueta marrón y una sonrisa demasiado encendida para esa hora. Hablaba en un inglés impecable. Te despertaste y escuchabas un murmullo y me mirabas y me preguntabas sin decir una palabra. Lo que pasa es que ella me decía que se había ido a Nantes a buscar a un hombre y todo había salido mal. Las cosas generalmente salen mal.

Y porque me dijo “since then, no kiss on my kiss”, y no es que no te lo quiera traducir, es que no puedo sentirlo en español. Dejalo así, no te enojes.


Over.

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