lunes, 15 de noviembre de 2010

Pozo negro



Volver para estar seguro

Volver porque veinte años no es humo

Ni el diluvio fue en vano
Ni tu sonrisa de ingenuo poder
Ni la fe de invencibles pecadores

Volver para ratificar, con prejuicio,
Que el encierro tenía ideología
Que no éramos tontos buenos,
Que no cabalgamos mugre de inocentes

La quemazón de los años, dulcemente,
Nos ardió la esperanza, pero aquí estamos,
vigilando idioteces, mirando el mar
El mar de cabezas aún vírgenes

(Nosotros también éramos vírgenes)

Volver, porque veinte años
también es guita y favores
Es el cielo que tu inmundo rencor cerró

Volver para estar a mano con el mito
con la ficción del amor,
con la liturgia del para siempre

Volver para anular, para admitir,
Para saber que no pertenecimos
Nunca a nadie, ni yo a ti
Ni tú a mí, ni ellos a nadie.

Volver para clausurar la escena
El guiño del tiempo que nos acusa
Ese tiempo lleno de inviernos
Madrugadas y flores en la pared.


Over.


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