Hoy no vamos a rechazar la luna ni a ceder territorios. No quebraremos promesas ni cambiaremos el mundo. Lo cotidiano no será paterno ni nos alcanzará el desprestigio de la clara Ciudad. Hoy no tendremos hijos, se apagarán los espejos y el hastío se esfumará del diccionario. Hoy, cuando gire la noche, no citaremos a Robert Frost, “the hours of daylight gather atmosphere”. Bajaremos a nuestros deseos, bailaremos a tiempo y nos intoxicaremos con Dave Brubeck. Y que así sea.
Over.
PD: My one bad habit, una y otra vez, por favor
No hay comentarios:
Publicar un comentario