“No es lo mismo no tener nada que haberlo perdido todo”
1) A ver, en principio podemos observar que el hecho de “haberlo perdido todo” lleva necesariamente a la realidad de no tener nada. Por lo tanto es lo mismo. Por lo tanto estaríamos ante una proposición sintácticamente correcta, semántica falsa.
2) El hecho de no tener nada puede suponer un modus vivendi desde el mismo comienzo vital, por lo que no necesariamente signifique que se ha perdido algo, dado que jamás se tuvo. Por lo tanto, estaríamos antes una proposición válida desde todo punto de análisis.
3) La proposición hace referencia a dos tipos de enfoques cronológico-emocionales. Cuando uno ha perdido todo, suele hacer notar la angustia que provoca el cambio del todo a la nada, o bien, del desprendimiento de lo logrado. No tener nada, pareciera apuntar a un hecho repetido en el tiempo, que si bien puede desprenderse de lo anterior, ya ha pasado el suficiente tiempo como para nombrarlo como una cualidad inherente a quien reconoce esa situación. Por lo tanto, en un meta análisis, la proposición sería válida aunque poco clara.
Con qué dulzura me llegan esos tiempos en los que analizábamos tanta inutlidad. Tanta hermosa inutilidad. Y desde esta perspectiva, qué envidia me da saber que hay docentes que continúan sus vidas analizando la semántica del pedo, al palo!
Over.
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