Entonces este minuto se diluye en el próximo, la realidad se
hincha de realidad y una capa tuya sobre otra capa mía se enciman
ilusoriamente; somos escamas superpuestas en una secuencia de
piel y días.
Esto, el tiempo, fugado hacia una imposible gaia del amor, cuando en realidad luchan
este cuerpo mío y ese deseo tuyo, hasta agotarse de sentido y jugar a perder o
distraerse. Una feria de equilibrios siempre en guerra. Lo que somos y los
años.
Over.
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