viernes, 27 de febrero de 2009

El rulo lacio.





El sin sentido de la baja época. Los ojos miraban a la profesora y la seguían con esfuerzo, tan tarde y ese calor que los ventiladores terminaban por hacer bajar hasta las frentes.

Era la noche de Walsh y el fusilado que vive, y la metonimia y el oxímoron. (Sigo olvidándome la tilde, agravo la palabra y no puedo corregirme, no puedo, digo: oximoron, y dale que me equivoco otra vez). Inés lee los apuntes y señala “contradictio in terminis”, y la profesora dice: sí, pero se usa oxímoron.

“El rulo lacio”. Profesora, ¿eso es un oxímoron”. Bueno, sí, de algún modo, aunque es un poco vulgar, digo, la idea es que se transmita un tercer significado con una intención poética. ¿Sería como una metáfora? Bueno, sí, de algún modo, pero con una construcción más específica.

Entonces todo oxímoron es una metáfora. “De algún modo, todas las figuras lingüísticas son una metáfora, lo que sucede es que hay clasificaciones más precisas”

Entonces toda metáfora es un sentido figurado. Y a su vez, toda metáfora lleva una hipótesis dentro. “En qué sentido”. Bueno, diría: "en el hipotético caso de que esto que digo pudiera expresarse, entonces habría un significado oculto detrás de un sentido figurado”.

“Inés, no te enojes, pero me parece que es mucho más simple”
“Una complicada simpleza”. Risas.

Risas y nos íbamos en el subte buscando asociaciones. Mezclas incoherentes. Al final, cuando bajábamos, fumábamos en el calor. Nos besábamos y al otro día volvía a girar todo: el calor, the figures of speech, Inés cuestionando todo, y el tiempo falsamente perdido.


Over.


jueves, 19 de febrero de 2009

Pozo negro



Luce cínica la carretera

Desde el coche todo es lento

Rápido, lento, rápido

Nada se conmueve, no hay pena
El árbol, altivo, se muerde la risa
Pasa todo,
todo se desarma y pasa
El falso tono de tus disculpas
y tu habitual amor



Over.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Palabritas




Un lugar como casa y otro como lejos de casa.

Estaba muy lejos de casa, y bajaba desde el pueblo a la estación de tren. Unos 3 kilómetros, o cuatro. Media hora andando, más o menos, según el ritmo.

Ritmo, tim tum tam; ritmo, pum, pam, pum pum, pam.

Hacía tanto calor, el sol se armaba una y otra vez en toda la superficie, por la carretera casi perfecta y a los lados, puro campo ondulado, sube y baja, suavemente, zona de montañas que caen al mar. Las montañas y todo el mundo, tarde o temprano, caen al mar.

Camino y no hay nada más que esto que cuento: la carretera nueva, el campo verde sin cultivos, el sol tenaz, y yo. Me pregunto, qué hago tan lejos de casa, caminando por una carretera al mediodía, solo y esta mochila. Qué sentido tiene que camine en vez de caer y dejarme. Camino para llegar a la estación de tren. Siempre camino para llegar a la estación de tren, lejos de casa, con calor y preguntándomelo.


Over.



martes, 17 de febrero de 2009

Nocturno




Nocturno Nº 5



Esa noche,
Aunque calle y olvides
Traficamos cornisas, nidos,
Medimos espectros,
Cerramos el día.

Cerramos el día,
Esa noche,
Limpiamos años
Años de ataque y amor

Amor y ciframos todo
Aunque calle y olvides
Nos limó el frío y la historia

Te supe ver y quemé todo,
Ahora extraño mi armazón.
Esa noche, quemé todo
Esa noche,
Aunque calle y olvides,
Nos sigue. Quieras o no.


Over.

lunes, 16 de febrero de 2009

A todos, pero los del otro lado, eh!







Tendría que hablar de la Escuela de las Américas, del Plan Cóndor, de Kissinger, yo qué sé de cuanto debería hablar. Por suerte, llega esta peli, Matar a Todos, una coproducción argentina chileno uruguaya, países que se unieron para el arte y no para el genocidio de sus pueblos. Eso sólo, ya justifica el film.

Atravesada por los tiempos que sucedieron a las dictaduras, con caníbales aún vivos y otros tantos que sordamente los apoyan, la película se articula sobre el caso de un científico chileno que es secuestrado en Uruguay. Nada nuevo si no fuera porque las dictaduras ya habían pasado, y la justicia debería saber hacia dónde apuntar sus fusiles.

El científico en cuestión había sido uno de los responsables de la utilización del gas sarin en Latinoamérica, uso este último que no vio la luz a gran escala. Y por un descuido de sus captores, comienza a huir por un bosque cercano a una playa uruguaya, terminando su escape en una comisaría. El resto es de manual: comisario que llama a superior, superior que llama a superior, libros que se pierden, llamadas que se cortan, testigos que se “mueren”.

Toda la trama está sostenida por una fiscal, quien parece ser la única que huele algo extraño en la desaparición del científico.

Sï, se puede decir que la trama peca de obviedades: La hija rebelde del militar fascista, la historia de amor inconclusa con el compañero de lucha, la ceguera del poder político, el periodista aventurero, etc.

Sí, todo lo anterior está, pero también reluce la intención sostenida de un thriller que atrapa, animado por un caso real, y con algunas actuaciones y escenas muy dignas y conmovedoras. Un gran acierto del cine uruguayo, y un importante aporte al cine de los años de plomo de Latinoamérica, apoyándose en un tema poco conocido.

Y hay que matar a todos.



Over.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Dudo, dudo, dudoso.







No agrego nada nuevo si afirmo que Hollywood se destaca por la precisión casi alemana de los guiones, diálogos, actuaciones, fotografía, edición, sonido. En otras palabras, Hollywood y la técnica congenian casi sin fisuras.

Sí, claro, la técnica se aprende, lo que no se adquiere es el talento, la idea, la invención, el detalle, la mística, el contenido. Y al igual que el mito del ciego que agudiza su audición, no es infrecuente que la técnica demore o intente suplantar al contenido, como así también, que el límite de la técnica no termine por ser subsanado por la idea.

Dicho lo anterior, The Doubt, la peli con la gran Meryl Streep y el el gran Philip Seymour Hoffman, no termina de superar a las buenas actuaciones ni da luz a las buenas intenciones del argumento.

La idea sería: “Una monja ortodoxa y severa, directora de una escuela católica tradicional, muestra la intolerancia ante el sacerdote recién llegado, de mayor amplitud y modernidad. Hasta que la monja sospecha por varias situaciones atestiguadas e informadas por otra monja, que el sacerdote podría estar abusando de un niño de color.”

Hasta aquí, la película tiene rumbo. El problema llega cuando no podemos olvidar el título del film, por lo que tememos la obviedad del final, y es en ese lugar donde la narración pierde fuerza y queda flotando sin resolución, metáfora o moraleja. Es como si el director quisiera tomar al espectador bajo sus órdenes, y hacerlo dudar cuando él quiere, creer cuando él quiere, odiar cuando él quiere, y cuando ya lo tiene bajo su dominio, lo suelta sin animarse a nada más que la duda. Nos pide que dudemos. En otras palabras, lo que promete al principio, lo cumple al final: sólo que en medio sucedió una película.

Por eso, cuando hablo de la técnica, uno tiende a sospechar de su efectividad. En este caso, si se hubiese prescindido de ella, y del nivel de las actuaciones, probablemente estaríamos ante un telefilm, para el sábado a la tarde, y gracias.

Lo mejor: El sermón sobre el chisme. “El chisme es como cortar una almohada fuera de la ventana, dejar que todas las plumas se dispersen por el aire, y después intentar recoger todas y cada una de esa plumas. Esa es la violencia y el poder de un rumor o un chisme.” Está bien.



Over.


La mejor versión. Y punto.






The fucking legend goes:


Chet Baker deambulaba por unos locales nocturnos, cuando por azar se sienta a escuchar a unos brasileros exiliados que estaban emanando bossa nova. De ese encuentro nace , un tiempo después, el álbum: "Chet Baker & The Boto Brazilian Quartet", el cual tiene tres puntos destacados:

1) La trompeta con sordina en tres canciones. Impactante.

2) El fraseo vocal de Chet en Seila. Una especie de Fitzgerald en la época del be bop tamizada por un rayador de quesos. Un buen rayador, eh!

3) La más hermosa versión de Forgetful que Chet Baker haya grabado jamás. Y eso que la grabó varias veces. Yo no sé si habrá sido la heroína, el alcohol, el talento, todo eso junto, o vaya a saber uno qué, pero estremece. De veras que estremece.

El disco se encuentra fácil. Lo difícil es vivir. O algo así.

Escuchen la versión, por Dios! Maldita ventana de vidrio de aquel hotel!




Over.


domingo, 8 de febrero de 2009

El Rival




En mi escuela, la que construyo a fuerza de memoria, emociones y el azar de la lectura, Silvia Plath y Anne Sexton están juntas. Del mismo modo que Arlt y Cortázar, Onetti y Salinger, o Sting y Nabokob.

De este modo, siempre sentí a Sexton como la versión "canyengue" de Plath. Puesto con rigro áulico, versaría sobre la posibilidad visceral y coloquial que Plath no quiso emprender.

Lo mismo da, los nomencladores de la literatura, luchan por las clasificaciones. Es ése su eterno juego. El resto, le aportamos carbón a un máquina lenta y de mode.


¿Silvia Plath? Me arriesgo a la traducción del famoso "The Rival". Creo que está bien traducido, pero me queda en la boca el sabor de un traslado insensible. Esto es Plath:

If the moon smiled, she would resemble you.
You leave the same impression
Of something beautiful, but annihilating.


Both of you are great light borrowers.
Her O-mouth grieves at the world; yours is unaffected,
And your first gift is making stone out of everything.
I wake to a mausoleum; you are here,
Ticking your fingers on the marble table, looking for cigarettes,
Spiteful as a woman, but not so nervous,
And dying to say something unanswerable.

The moon, too, abuses her subjects,
But in the daytime she is ridiculous.
Your dissatisfactions, on the other hand,
Arrive through the mailslot with loving regularity,

White and blank, expansive as carbon monoxide.

No day is safe from news of you,

Walking about in Africa maybe, but thinking of me.

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Si sonriese la luna, se parecería a ti.
Dejas la misma impresión
de algo hermoso, pero que aniquila.

Son dos deudoras de la luz
Su boca en forma de O sufre ante el mundo;
La tuya no se conmueve.

Y tu primer don es hacer de piedra todo lo que hay
Me despierto ante un mausoleo: estás aquí.
Golpeando los dedos sobre el mármol, buscando cigarrillos,
Rencorosa como una mujer, pero no tan nerviosa.
Y muriéndote por decir algo sin respuesta.

La luna, también, subyuga a sus sujetos,
Pero a la luz del día es ridícula.
Tu insatisfacción, en cambio,
Llega por correo, con dulce regularidad
Blanca y vacía, expansiva como el monóxido de carbono

No hay día sin noticias tuyas,
Caminando por África, quizás, pero pensando en mí.



Over.

jueves, 5 de febrero de 2009

Palabritas



Cuando me dijiste: “Que nos unan las quemaduras, compañero, no significa que nos duela menos el calor.”, no lo entendí.

Pasaron seis años y algo.

Sigo sin entenderlo.

Ex umbra In Solem, quizás, con el tiempo



Over.

martes, 3 de febrero de 2009

Pozo negro



Un pez que toca el violín

Volando, húmedo, la tempestad
No quiere herirte, bésalo
Haz paz, aspas, molino de la muerte

No sueltes a la mujer azul, estará de acuerdo
De acuerdo con el pez, las aspas y la humedad

Bruto sexo que amanece, puzzle del deseo
Amanece el pez, tocando el violín, volando
Húmeda tempestad de aspas del molino de la muerte

Haz paz.




Over.