miércoles, 22 de enero de 2014

Aquí después ahora.




Sólo que tanto la fuga, el loop, o la cinta de moebius dan ilusión de algo que se repite, pero pareciera que casi nadie repara en el tiempo. Puedo pasar mil veces por el mismo lugar, pero nunca será simultáneamente. "Yo-aquí" es sólo una vez. El "yo-aquí" que parece permanecer, en realidad es otra capa; un lugar en otro tiempo, ya no es el mismo en términos exactos. Sólo en el infinito pareciera poder darse esa condición, como no hay sucesión, todo es simultáneo, pero aquí no, a esta hora, no. Sigo con el libro de Hofstadter, y quizás lo diga más adelante. Ahora digo esto. 


Over.


martes, 21 de enero de 2014

Pozo negro




Sí, hace calor pero hay estrellas.
El agua en el aire abre la noche
y no hay ahogo peor que este síntoma
de saberte viva a esta misma hora

La hora de un doble naufragio, frío,
en el fuego brumoso de tu vana voz:
una mueca o un gesto sin rostro, fácil,
palabras como saltos sobre tus labios

Pero hay estrellas a pesar del tedio,
de la sangre que hierve en las calle
del tenaz anatema de tu amor
en esta mugre a medianoche

Estrellas a pesar de todos los mundos,
de todas las voces que inventamos,
de esta precaria orfandad de espíritu
de las prisiones que mis ojos callan.


Over.
 

martes, 14 de enero de 2014

Palabritas





El perro ha muerto y la casa fue derribada. Ahora es un frente de madera y pasto creciendo entre piedras. “Es como una bola de fuego, a la que le echas agua y no se apaga”, dijo él, mirándolo de cerca. “La bola está en tu mente, donde se da la lucha entre el ardor y el ahogo. Nunca se muere ese fuego, y vuelve en silencio, para quemar durante años y años y años.”, dijo él con más vehemencia, grave, inculcando experiencia. “O un día, simplemente se desvanece. Deja una senda marchita que se nubla con el tiempo. Es otra bola de fuego que nace, inofensiva, hasta que un día volverás con el agua inútil a intentar reprimirla, tontamente.” 

El perro ha muerto y la casa fue derribada. Ahora el pasto crece entre las piedras y la madera, y allí arriba sobre alguna pared, resiste algún azulejo, un pedazo de papel, el ángulo ínfimo de algún espejo que te guarda. Y él que habló sobre la bola fuego, el agua, luces que vuelven, lo que no duerme jamás. Todo esto hay sostener. Todo esto.

Over.