lunes, 30 de noviembre de 2009

Oscuro.

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Por esas cosas de la suerte, a la hora y en el lugar, aparece por los parlantes el gran Goyeneche y escucho en Malena los versos que vuelven a temblar en mi memoria: Tus ojos son oscuros como el olvido / tus labios apretados como el rencor. Pienso, qué más oscuro que el olvido, ni la muerte que es nada, o el dolor que encandila.

Y el rencor, qué otra imagen que la de los labios apretados de bronca, frenados en el tiempo que no pasa, porque eso es el rencor, es el minuto posterior al puñal, repetido sin freno , como un eco que se retuerce en el mismo lugar. Digo.


Over.

1 comentario:

Emma dijo...

... y bien dicho está, sí señor.