jueves, 15 de septiembre de 2011

Dice, me dice, me digo. Dice.


Dice el Dalai Lama actual: "No hay que permitir que la mente nos disperse, que nos llene de pensamientos negativos. Hay que enfocarse en lo positivo para que la mente no nos distraiga en cosas dañinas" Digo yo: ¿y con que se logra eso? Y me contesto yo: ¡Con la mente! La mente le dice a la mente. Sigamos un poquito: Yo me digo a mí mismo. Hay que borrar una parte en la última oración. Quedaría así: Yo me digo. Entonces borremos algo en la otra sentencia: La mente dice. "La mente dice", y punto. En fin.

Over.

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