domingo, 19 de diciembre de 2010

¿En mi cabeza?






No recuerdo el fundamento de la discusión, pero sí llega clara hasta mí la voz del alumno de diez años: “Pero es que si no hay espejo, no sabemos quiénes somos”. Curiosa gnosis del niño, inocente y tan real. Inútil hablarle de la construcción del Yo o de la consciencia, para él la inferencia es más cruda y menos contaminada.

Aquella frase volvió a mí tras ver un cartel que promociona el abandono del cigarrillo. Bajo la marca, nos advierten: “No sos vos, es tu cerebro.”. Ahí estaba el dibujo de una cabeza humana con la frente transparente y la presencia de bichos con grandes dientes entre las conexiones neuronales. Básico.

Me quedé pensando en esa escisión que no alarma: ¿acaso ese “vos” y el cerebro no son lo mismo? Por qué esa tendencia esquizoide es tan popularmente aprobada. Cómo no comprender, entonces, la aún fuerte aversión a las enfermedades mentales, si nos permitimos día a día seguir repitiendo eso de: “es tu cabeza”,” la mente es terrible”, “es todo psicológico”.

Más allá de la ridícula extensión para exponer el tema, permítaseme agregar que la mente es mucho más “controlable” que el corazón o la vesícula. ¿Para cuándo algún slogan del tipo “no sos vos, es tu histamina”?

Over.

No hay comentarios: