lunes, 23 de julio de 2012

Arena.



 Decir que Juan Sasturain es nuestro Chandler vernáculo, es una estupidez.

Juan Sasturain es nuestro Chandler vernáculo, y sin embargo, lo que pareciera disminuir el valor de su pluma, más bien lo enaltece. Porque Chandler no leyó a Borges (o no se le nota), ni a Soriano ni a Arlt. Sasturain, sí. Y se nota hermosamente.
Ah, y porque nadie escribe como el creador de Etchenike, y eso ya es suficiente.

Arena en los zapatos nos lleva de vuelta a las aventuras policiales del veterano, quien otra vez hará de su perspicacia, nuestro deleite. Creo ya haber dicho bastante sobre Sasturain en otra ocasión. Y no me cansaré de repetirlo más adelante. Ahora es este párrafo, hacia el final de la novela.

Por ejemplo – prosiguió -: existe alguien que es la persona más gorda del mundo en este momento: otro, la más alta…Pero también hay alguien, en quién sabe qué lugar, que es el hombre que más veces ha abierto una puerta o ha comido polenta o ha visto jugar más veces a José Manuel Moreno en River. Ése es su sentido en la vida y no lo sabe… Los filatelistas se creen que su vida es juntar estampillas y yo me puedo llegar a creer que seré el tipo que verá más veces Sed de Vivir, de Vincent Minelli, pero no sé realmente cuál es mi récord, el que me está esperando.”

Simple.


Over.

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