martes, 9 de abril de 2013

Ya está.





Qué me importa que se mueran todas las flores, todos lo gatos, todas las tortugas, todos los perros de la calle, y que cambies el color de tus uñas, te cortes el pelo, me quemes todos los libros de la biblioteca y los discos y los diccionarios y las fotos idiotas. Qué me importa que me acuse tu dedo de sucia condena y que se mueran todos los niños de todos los vecinos de esta calle y de este país y de todos los países y que grites y que no grites. El mundo se cierra aquí, ahora, después de apagar la luz y el reloj medita su letanía, así, todo junto. 






Over.

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