martes, 16 de septiembre de 2008

Llévelo.




Más moderno que nunca, en 1932 nuestro gran Roberto, a quien se le escapó la invención de las medias que no se corren, nos liquidó con su famoso prólogo a "Los Lanzallamas" (Los siete locos, "segunda temporada.") Este extracto lo llevo de estampita. Al que quiera, lo imprime y lo recorta y lo pega al lado del teclado. O arriba del monitor. O lo dobla y lo lleva en la billetera.

"Han pasado esos tiempos. El futuro es nuestro, por prepotencia de trabajo. Crearemos nuestra literatura, no conversando continuamente de literatura, sino escribiendo en orgullosa soledad libros que encierran la violencia de un "cross" a la mandíbula. Sí, un libro tras otro, y "que los eunucos bufen". El porvenir es triunfalmente nuestro."


Amén.



Over.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si coordendas, si casualidad.Ese debate ya es obsoleto. Resulta que justo ayer lei una carta que Cortazar escribio sobre Arlt. Sólo un parrafo.

"Escribo lejos de toda referencia, Arlt y yo solos en un rincón perdido de la costa pacífica. De alguna manera siempre estuvimos solos uno y otro, uno con otro; en mi juventud lo leí apasionadamente pero sin interesarme por los trabajos críticos que buscaron explicarlo después de su muerte; incluso ignoro su biografía en detalle, salvo las síntesis en las solapas de los libros y en algunas páginas de Mirta Arlt y de Raúl Larra. No se busque aquí un «estudio» sino, como prefiero, el juego de vasos comunicantes entre autor y lector, un lector que también llegó a ser autor y que cuenta entre sus nostalgias la de no haber tenido la suerte de que Arlt lo leyera, incluso con el riesgo de que le repitiera su famoso y terrible «rajá, turrito, rajá»."

B.

Hernán Galli dijo...

Claro que es obsoleto, porque contigo son coordenadas. ;-)