viernes, 10 de octubre de 2008

Pozo negro

Me compré un piano que toca en francés
silba en griego y te ama en lluvia.
Mi nombre te alcanza para olvidarme
porque la memoria está siempre
en fa menor sostenido.
Te repito: me compré un piano en cuotas:
cuatro violeta y dos sin rencor.
La melodía rencorea, tozuda, tu fastidio
y nos hace tuyos, a mí y al gato.
El gato piensa en números, y yo te odio,
porque al final, de tanto insistir, quién te dice
dejes de entenderme y yo me pueda ir,
mudo y feliz. Bla, bla, blá.


Over.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

las melodias rencorean...eso es muy bueno.Estoy leyendo "the buenos aires affair" de Puig.Creo que le puede gustar mucho.Si me permite el atrevimiento....claro.
B.

Hernán Galli dijo...

Algo como que "recordar" viene de "recordare", "pasar de nuevo por el corazón, y de ahí el "by heart" inglés. Ahora, "rencor" viene de "rancor", pero no creo que se desprenda demasiado de la etimología de "recordar". A mí se me había ocurrido que, como "encore", que en inglés y francés se usa como "bis" o "repetición" en un concierto, la palabra "rencor" le deba algo. Sería como pasara otra vez y otra vez por el corazón, algo que el rencor bien sabe hacer, ¿no?

No, al final el chiste era: "Correo Privado - Cartagena" no podría existir, "carta ajena". Y a mí me parecía gracioso.