viernes, 18 de julio de 2008

Palabritas

Cuando las cartas dejaron de llegar, me pareció lo correcto, lo obvio, el inalterable y frío curso de las cosas. Simplemente las cartas dejarían de llegar. Algún día dejarían de llegar.
Cuando las cartas dejaron de llegar, me acordé de Luz.
Luz me dijo: “Corazón, tú tienes mucho que aprender, y yo tengo mucho que olvidar.” Por eso, cuando suena Norwegian wood, me acuerdo de Luz.
Y por eso, de vos me acuerdo cuando me miran los peces, por ejemplo. O cuando dejan de mirarme. Cuando no me miran, también.


Over.

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