lunes, 21 de julio de 2008

¿Qué le dice una pared a otra?






Recuerdo aún al profesor que nos pregunta: “¿Ustedes saben lo que significa squalor?”Con afectada arrogancia, dando por cierto que no sabíamos el significado ni en inglés ni en español. Con la estúpida jactancia del que aprende algo y en vez de transmitirlo, emplea con celo el conocimiento para causar envidia en el otro.

Pero es curioso el recuerdo, porque el cuento de Salinger, "For Esmè – with love and squalor", replica la misma intención, sólo que con la dulzura e ingenuidad de una niña de trece años que tanto recuerda a la Lolita de Nabokov.

El registro literario de Salinger es apabullante, y es todo un desafío para los que leemos su obra pero no nacimos con su idioma. Una concatenación de expresiones, adjetivos y sustantivos dignos de lo que uno tiende a llamar “escritor”.

Y lo mejor de todo, es que Salinger logra lo que promete. Un cuento en donde se amalgaman el amor y la sordidez. Un cuento que uno juzga irreal para ser capaz de tolerar la trágica oscuridad que crece cuando el mismo promedia.

Hasta ahora no he encontrado una traducción que haga honor a la historia, que la sobrecargue del mismo modo que está decorada la narración. Una o dos veces intenté hacerlo pero desistí ante la insatisfacción. Odiaría que me obligasen a hacerlo. Tanto como lo deseo.

Me queda esa frase que intenta escribir el soldado: “El infierno es sufrir la incapacidad de amar”. Sin amor y sin sordidez.



Over.


PD: Y el famoso epígrafe que prologa a los nueve cuentos: “Conocemos el sonido de dos manos aplaudiendo, pero ¿cómo es el sonido de una mano al aplaudir?

PD2 ( y basta): Cuando el soldado habla con el niño y éste le pregunta por qué en las películas, la gente se besa inclinando la cabeza a los lados, no pude evitar recordar la gran pregunta de El Cazador Oculto, ¿Dónde van los patos cunado se hiela el lago?

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