jueves, 15 de enero de 2009

Cartas

Carta Nº 4


Cuando llegué ni se me ocurrió pensarlo, pero quizás hasta tengas un poco de razón. A vos se te dio por los hijos y a mí por los rompecabezas. El famoso puzzle todo blanco, de cuatro, cinco mil piezas. ¿Cómo no nos dimos cuenta, che? Bueno, ahora ya no importa, pero te repito que ni lo pensé, y a veces callo lo de maestro rural, lo de la frontera urgente y el mundo se salva a lo Spencer.

No lo sé, pero tu prima debe seguir buscando cenizas, y te lo digo porque los peces se murieron, la planta no sobrevivió al transplante y la música sigue siendo la misma. EN otras palabras, que todo siguió como uno lo pensaba. ¿Se te pasó el horror por las ciruelas? ¡Mirá que hay para elegir!


Over.


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