martes, 6 de enero de 2009

Palabritas





Mientras triste galopa la noche, a fuerza de inútiles rebenques, el azote de los años no te pide permiso y vuela derecho a tu sien. Es como un atril de confesión: prometo no decir malas palabras nunca más. Four-letter words never again, cross my heart, lust is the evil way, lust is long, but loathe lasts forever.

Suenan los tambores, la diáspora impone el orden, hay que huir. La diferencia entre tú y yo, mademoiselle, es que yo siempre vivo con la maleta debajo de la cama. Y hablando de la cama, ¿quién es el desalmado que corta la luz en pleno verano? ¡Quiero el aire acondicionado, la sopa de arroz y el interminable libro de Mann! ¿Alguien puede hacer algo?



Over.

No hay comentarios: