Y siguiendo con el furor (fulgor y fervor) del post anterior, el mismo fuego va para los hombres y mujeres (por conveniencia mutua) que todavía creen que la mujer “debe” quedarse en casa a hacer la comida, cuidar a los chicos y no generar nada. Y generar va para todo, desde un sueldo hasta una película, desde una artesanía hasta un libro, una canción o la carta que dejará al mundo boquiabierto.
Mientras esa actitud sea socialmente aceptada, si nadie, ni una mujer ni un hombre, dice nada sobre esa mujer que se queda mirando la tele todo el santo día en su casa, pero sí lo hace cuando es el hombre el que vaga en su hogar, pues entonces seguimos en el medioevo, la mujer seguirá siendo sometida, el hombre no saldrá de su mediocridad y la lucha de géneros seguirá apoyando y avivando la supremacía de un supuesto hombre superior y una mujer que espera en la caverna la llegada del animal cazado. Todo está tan hipócrita.
Over.
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