viernes, 21 de marzo de 2008

Pozo negro

Bebo la noche, no tu vino
Y si Rimbaud fijaba vértigos,
Yo los escribo, me suceden
Como el arte, la vida y la mierda
Me dejaré bajar hasta tu deseo, ok,
Pero en tu boca todavía perdura
El aliento a acetona de las anginas
Y el de la tierra acumulada
de callar odios y soledades.
Cabalguemos, sucios, este amanecer
Es lo único que no podremos fingir

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bello, im-pre-sio-nan-te. Finjo, finjo. José Villa y Marcelo Amar. Por qué no estás ahí??
Bumita, ofcors!

Anónimo dijo...
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