De atrapante desarrollo y esperado final sin demasiada esperanza de respuesta, en "Autopsia de Creso", Marechal solicita que, si bien la historia está ya escrita y dirigida por su Autor, no estaría de más ayudarlo, expresando: Ut in omnibus glorificetur Deus, que vendría a ser “que Dios sea glorificado en todas las cosas”. Abandonado a esa suerte, hay un conflicto de deducciones o interpretaciones que impera a la hora de buscar algún cambio en el destino actual de las cosas.
La Autopsia de Creso establece los cuatro pilares en los que se podría clasificar al mundo actual: la Iglesia (Tiresias), el Ejército (Ayax), la burguesía (Creso) y el proletariado (Gutiérrez). Por anacrónicos, los dos últimos sujetos no dejan de ser fácilmente concebibles, con sus particularidades, en la actualidad del siglo XXI.
En el devenir histórico, Marechal nos cuenta cómo los distintos actores se fueron pasando el poder, de la iglesia al ejército, y del ejército al burgués capitalista. El pobre siempre pobre, obvio.
Lo interesante del ensayo es la mirada más minuciosa sobre el poder de Creso, haciéndonos ver cómo va tomando “ideas” de sus “contrincantes” y los bancos se convierten en iglesias donde se celebran cultos al dinero, con sus escrupulosas liturgias y pomposos trámites.
Nos habla hermosamente de un “tiempo de buey” y un “tiempo de ángel”, ambos inherentes al hombre (Gutiérrez en este caso), y cómo el primero va extendiéndose hasta casi suprimir al segundo.
También están Marx y los existencialistas, que Creso usa para oponerlos a un bienestar general, a favor de un cristianismo más puro y el exacto equilibrio que debe tener el ejército en su virtud defensora y continente.
En otras palabras, Creso armó todo para que se le rinda culto, y lo que en un principio teórico ayudaría ala distribución justa, con el tiempo se convirtió en una carrera inmoral donde se gana o se muere, sin lugar para los que pierden.
Claro que la historia es más compleja, pero la “autopsia” significa un aporte al entendimiento de lo que nos está pasando hoy en día.
Por último, me animo a encontrar un trasunto de la novelística de Marechal, en donde siempre se busca un orden, una superación y un camino hacia la oportunidad histórica que tiene al hombre como artífice. Gustar de esta “autopsia” es saber que las novelas de Marechal serán disfrutadas con seguridad.
La Autopsia de Creso establece los cuatro pilares en los que se podría clasificar al mundo actual: la Iglesia (Tiresias), el Ejército (Ayax), la burguesía (Creso) y el proletariado (Gutiérrez). Por anacrónicos, los dos últimos sujetos no dejan de ser fácilmente concebibles, con sus particularidades, en la actualidad del siglo XXI.
En el devenir histórico, Marechal nos cuenta cómo los distintos actores se fueron pasando el poder, de la iglesia al ejército, y del ejército al burgués capitalista. El pobre siempre pobre, obvio.
Lo interesante del ensayo es la mirada más minuciosa sobre el poder de Creso, haciéndonos ver cómo va tomando “ideas” de sus “contrincantes” y los bancos se convierten en iglesias donde se celebran cultos al dinero, con sus escrupulosas liturgias y pomposos trámites.
Nos habla hermosamente de un “tiempo de buey” y un “tiempo de ángel”, ambos inherentes al hombre (Gutiérrez en este caso), y cómo el primero va extendiéndose hasta casi suprimir al segundo.
También están Marx y los existencialistas, que Creso usa para oponerlos a un bienestar general, a favor de un cristianismo más puro y el exacto equilibrio que debe tener el ejército en su virtud defensora y continente.
En otras palabras, Creso armó todo para que se le rinda culto, y lo que en un principio teórico ayudaría ala distribución justa, con el tiempo se convirtió en una carrera inmoral donde se gana o se muere, sin lugar para los que pierden.
Claro que la historia es más compleja, pero la “autopsia” significa un aporte al entendimiento de lo que nos está pasando hoy en día.
Por último, me animo a encontrar un trasunto de la novelística de Marechal, en donde siempre se busca un orden, una superación y un camino hacia la oportunidad histórica que tiene al hombre como artífice. Gustar de esta “autopsia” es saber que las novelas de Marechal serán disfrutadas con seguridad.
Over.
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