Para que me quieras,
con mi poder inútil,
me descifro, me desalambro,
acepto que esta ilusión
de soledad es una impostura,
que la comedia se quiebra
y que todo tiene una etiqueta.
Para que me quieras, desprolija,
azuzo al monstruo que condeno,
me desprestigio y te permito,
para que me quieras,
que nombres mi nombre real.
Para que me quieras, de universo
lleno tus palabras y me alcanzan
para callar,
y rendirme.
Para que te quiera, mejor esto que escribió Gelman:
“Por una puerta se entra a muchos sitios/
Al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
A todos los edificios del mundo/
Pero no al mundo/
ni a una mujer/ ni al alma”
Over.
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