jueves, 12 de junio de 2008

Plaf!



El agua nada hacia aquí, ignorante de mis pies que la desplazan, y todo esto sucede mientras me pregunto si debo tratar de entender mis pies en el agua, el agua, los pies, el agua alrededor de mis pies, mis pies dentro del agua, el agua nadando hacia aquí.

Dicen que como soy un hombre estoy obligado a entender esto que soy, del mismo modo que los animales están relevados de esa cuestión: ellos están en el mundo. Pienso que ellos disfrutan de estar aquí, y los principios de placer y dolor se despliegan en ellos de una forma pura. Me hablan de la Razón, y les digo, compañeros, la Razón también contamina, no lo olviden.

El agua sigue abrazada a mis pies y mágicamente nada los separa. Nada excepto mi pensamiento que pretende entender. El pensamiento que suda mi cerebro. El cerebro que estalla de energía. Homo sapiens. Sí, pero también soy un tejido que piensa. ¿Alguien dijo que somos tejidos pensantes? Thinking tissues. Y llamá antes de las once que hoy tengo un sueño que me muero.



Over.




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