Águilas del deseo, miel de madrugada.
Llora el ojo su abismo de noche y frío.
Corre la lengua suave sobre el calor
de este día y de cada día.
De todas las cosas de este mundo,
mutiplicadas hasta el infinito,
me quedo con la insistencia febril
de tu mano sobre mi cara.
lentamente, sin coartada,
sin permiso y sin razón.
Over.
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