En un mundo pobre, ser rico es violento. Eso dijo Salvador Inaes cuando comenzó a hablar en la cooperativa azucarera de Puerto Indio. Y tuvo casi diez minutos más antes de que el zumbido le perforara la frente. Dijo que hay guías, no patrones, y que él ya tenía listo el proyecto por el cual todo empleado debía percibir un porcentaje de las ganancias y no un injusto sueldo fijo. Lo miraban, cansados, cada par de ojos chaqueños, entornados para siempre. Intuían el mensaje, pero corroídos por la zafra, parecían animales del hambre. Eso dijo Ianes: “Nos dan justo para el plato de comida, pero esperan que el hambre nos pique la panza, ése es el anzuelo”. Inaes había oído sobre Marx, sobre una tierra lejana donde los buenos quisieron hacer algo bueno, hasta que se volvieron malos o los buenos se fueron a dormir la larga siesta. “Si no trabajamos, ellos no ganan, y nosotros para el pan y la manteca tenemos para rato largo. Es ahora o nunca”. Fue nunca, porque el pequeñito orificio que le abrió los ojos, lo calló súbitamente. El alboroto duró unos días. Todo siguió más o menos igual, pero alguien escribió las palabras de Salvador Ianes, a la sombra de un aljibe, en esa casa de todos. Las palabras y las balas, un librito que no escribieron ni Arlt ni Pizarnik, pero que sigue igual de vigente
Pd: Amit me advirtió que ni se me ocurra hablar pavadas de los kibbutz. Eso quiere decir que está esperando que escriba algo para liquidarme con su crítica. Ya llega, mi amigo.
Over.
2 comentarios:
Las palabras como balas.Cartas, es una cancion de Edgardo Cardozo que le recomiendo y recorde al leer su texto.Cada dia estamos mas fundamentalistas eh?.
B
Hermoso: "Inaes había oído sobre Marx, sobre una tierra lejana donde los buenos quisieron hacer algo bueno, hasta que se volvieron malos o los buenos se fueron a dormir la larga siesta. “Si no trabajamos, ellos no ganan, y nosotros para el pan y la manteca tenemos para rato largo. Es ahora o nunca”.
saludos!
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