Simplemente que me acordé de Chet Baker saltando a través de una ventana de hotel. Simplemente que ni siquiera se tomó el trabajó de abrirla; ya era un murciélago que había perdido el sonar.
Tan sólo que después de tanta heroína y metadona como aspirina, el acorde duró todo el largo de la habitación del segundo piso. Se puede leer que “cayó” de allí, que lo empujaron, que se tiró. Me lo imagino cantándole su Let´s get lost a la chica de Almost Blue. Corría 1988. Unos años antes, acompañado de Elvis Costello, hacía que tocaba la trompeta en The very thought of you. Pero ya no estaba. Ya se había ido. Ya estaba cruzando el cristal que no lo detuvo. El cristal de noches y polvos, de voz asustada y cruel, de fin y madrugadas. Let`s getlost, lost in each other´s arms...tu ru rú, tu ru tu ru ru rú...
2 comentarios:
escribis muy lindo. ¿me explicas lo del disco?
chas gracias! qué disco?
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