lunes, 30 de junio de 2008

Foto, foto, foto, foto, foto, foto







Me tiene loco esta foto que salió en Clarín.com. No sé si responderá a alguna característica áurea, pero yo veo, por ejemplo, la perfecta línea que forman la grúa y el puente de la mujer, finalizando en un cuadrilátero deforme.
Las farolas del camino se van repitiendo simétricamente en el punto exacto. Magritte les hubiera dibujado la copa del paraguas, porque son el mango, ¿no me digan?
Para colmo, los árboles parecen dibujados con aerógrafo, intentando cubrir demasiado bien las superficies.
A todo esto, le agregamos el reflejo de las torres en el agua, que junto a la niebla, nos hace sospechar si en realidad no se trata de una pintura del medioevo. En Europa, digamos. En Carcassonne, digamos. Entre castillos y bosques.

Para el fotógrafo, un aplauso, por favor.


Over.



2 comentarios:

Mariana dijo...

Y si fuera ciega, pediría tu descripción.

virginia dijo...

Fijáte que la farola alumbra a la espera invisible que se dibuja sentada en ese banco de plaza manchado de azul, ¿o verde?

Quizá sea el cielo que me esté jugando una mala pasada..
o el fiel reflejo del reloj que esta ahí, escondido entre la copa del árbol que ,bien dijiste, está dibujada con aerógrafo.

quizá sea todo eso..
o esta simple imaginación que me deja alucinar y, hasta ahora, no me cobra la entrada.