Brumoso destino tu deseo
de amor fácil y sopita de arroz,
de falsa ingeniería conyugal
a fuerza de olvidos y postergaciones.
Yo sé que callas, precisa, esa noche
torpe de engaños y quimeras.
Yo sé que te avergüenza la palabra
que no se piensa ni se siente;
y que eso también omites
a la hora del coraje que tu boca
alaba y tu cuerpo desconoce.
Nunca es sincera la sustancia
que esconde la duda a expensas
de un inocente, pacífico
y tonto
estado de ánimo.
Over.
1 comentario:
Me gustó mucho esta poesía. No se bien por qué, creo que me recuerda algo.
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