jueves, 5 de junio de 2008

Pozo negro

Brumoso destino tu deseo
de amor fácil y sopita de arroz,
de falsa ingeniería conyugal
a fuerza de olvidos y postergaciones.
Yo sé que callas, precisa, esa noche
torpe de engaños y quimeras.
Yo sé que te avergüenza la palabra
que no se piensa ni se siente;
y que eso también omites
a la hora del coraje que tu boca
alaba y tu cuerpo desconoce.
Nunca es sincera la sustancia
que esconde la duda a expensas
de un inocente, pacífico
y tonto
estado de ánimo.


Over.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustó mucho esta poesía. No se bien por qué, creo que me recuerda algo.