jueves, 1 de mayo de 2008

Pozo negro


Atado al sueño de la sangre
Que pulsa ríos en mis venas
Sometido a su cadencia
No reclamo los días de tu cara,
ni el negro fin de tus quimeras,
ni la parca hambre de tus manos

Si eres alguien aún, si te roza el infinito,
tuya esta telaraña pretérita, de lujos
y traducciones de cartas finales,
de noches, adioses y letras que matan.

Luna de mis dedos, gotas de tu sangre
Todo lo que dije, todo lo que calle
que no sea más que el mensaje irreal
de una lengua que miente.



Over.

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